Primerizos, con experiencia previa, con otras mascotas esperando en casa la llegada de un nuevo amigo… las posibilidades son tan variadas como el tipo de mascota que queremos se una a nuestra familia. Aumentar la familia con la llegada al hogar de un animal de compañía es un gran cambio en la vida cargado de emoción tanto para ellos como para nosotros. No hemos de pasarlo a la ligera ni precipitarnos sin considerar ciertas cuestiones indispensables a respondernos sino que como primer requisito fundamental llega ese crucial momento de meditar largo y tendido, en profundidad.
La decisión de querer adoptar, una de las más importantes en la vida, ya rige parte del carácter del futuro dueño, humanitario y supuestamente concienciado en tal responsabilidad; animales abandonados, maltratados, de distintas edades, razas, mezclas e incluso enfermedades y discapacidades que esperan encontrar el cariño y cuidado merecidos que les ha faltado en sus vidas. Las mascotas necesitan dedicación y no hemos de preocuparnos tanto en imponer requisitos sobre su aspecto, sexo o tamaño más allá de necesidades prácticas y cuánto podamos ofrecerles como de volvernos hacia nosotros para encontrar las preguntas y respuestas indicadas: ¿puedo hacerme cargo de una mascota?, ¿dispongo del tiempo y dinero para su cuidado?, ¿mis otras mascotas la aceptarán?, ¿puedo tenerla en casa?, ¿cambiarán mis hábitos de vida?, ¿soy responsable?
La esperanza media de vida de un perro ronda entre los doce y los catorce años mientras que en gatos domésticos puede variar de los quince a los veinte años. No son ningún tipo de juguete y si nos encontramos en la tesitura de acoger uno por la mera insistencia de los niños o porque tener mascotas es algo “habitual” sin considerar un punto como este, estaremos cometiendo el primer gran error que a muchos de nuestros amigos peludos han llevado a un prematuro abandono por sus descuidados dueños. Necesitas estar en compañía, quedar al cuidado de alguien confiable cuando estemos de viaje si no podemos llevarlos con nosotros, de pasearlos el mínimo el tiempo necesario para cumplir con sus necesidades vitales. También cubrir los gastos de una mascota, que llegan a ser considerables. Debemos tener en cuenta los cuidados veterinarios (revisiones, vacunas…) comida de buena calidad, arena para los gatos, juguetes, e incluso el poder recurrir a los servicios de peluquería para los más peludos sin olvidar la suma de cualquier altercado que surja. Nuestra futura mascota necesita atención como cualquier persona y en ello también se incluye que pensemos, a la hora de la adopción, cuál es con la que tenemos más química.
Si un animal es activo y juguetón difícilmente encontrará compatibilidad con alguien que no acostumbre a dedicar parte de tiempo al ejercicio, al igual que una persona aficionada al deporte no encontrará una mejor elección en un animal que esté feliz recostado y relajado en cada rincón. Cada mascota tiene su propia personalidad y seguro que preguntando a los responsables del centro elegido, nos podrán orientar mejor que entre las muchas opciones que podemos encontrar con tan solo una búsqueda por Internet. Muchas personas buscan encontrar cachorros y mascotas jóvenes, pero también ha de considerarse que los mayores puedan ser los más calmados, cariñosos y confiables para la compañía con niños.
Sea cual sea la decisión siempre hemos de elegir la acertada. La responsabilidad será tan indispensable como la paciencia. Nuestros nuevos amigos pueden tardar en sentirse confiados en los seres humanos y seguros en su nuevo hogar, lugar que les es completamente desconocido. Pero con cariño y dedicación os aseguro que pronto no encontrará mejor compañía que la de vuestra familia y lugar mejor al que llamar hogar.
LA LLEGADA AL HOGAR
Cuando la mascota, ya sea cachorro o adulto llegue a casa por primera vez será un momento que debemos intentar que sea lo menos estresante posible, sin ruidos, sin agobiarlo a mimos y caricias. Déjale que explore su nuevo hogar con calma, puedes sentarte y esperar a que él se te acerque e ir consiguiendo el contacto con mucha paciencia y tranquilidad.
En casos donde la mascota tiene miedo a las personas, los miembros de la familia deben evitar acariciar a la mascota, es mejor dejar que ésta se acerque y vaya ganando poco a poco confianza en los miembros de la familia.
El tiempo de adaptación varía según el animal. Normalmente la adaptación al lugar y familia es rápida pero los miedos en la calle y a los ruidos pueden tardar en pasarse. Los primeros días es importante el tono de voz que tengamos, así como los movimientos, suaves, evitando mirar al perro directamente a los ojos. Estos días no debemos esperar demasiados cambios en nuestro animal.
LA ALIMENTACIÓN
Es normal que al llegar a casa el animal no quiera comer. Ten siempre agua fresca a disposición de la mascota.
La alimentación de nuestro nuevo amigo es realmente importante, debemos mantener la dieta que mantenía anteriormente e ir cambiándola progresivamente. La nueva dieta deberá ser sabrosa, nutritiva y equilibrada. Con Piensos Compy de Mercadona, conseguiremos mantener esa dieta y tener a nuestro amigo fuerte y sano de cara al futuro.
Si adoptamos un cachorro debemos tener en cuenta el cambio en la alimentación de junior a adulto. Los piensos Compy tienen variedades para este importante cambio, aportándole los nutrientes y vitaminas necesarios para pasar de cachorro a adulto.
Normalmente al adoptar un animal, deberemos esterilizarlo, iniciando con ello una nueva dieta que se adapte a este nuevo estado de nuestra mascota.
EL LÍDER DE LA MANADA
Un perro sea de la edad que sea, necesitará siempre un líder a quien seguir y respetar. Nosotros debemos ser ese líder, pues si no nos ve como tal, el perro será quien tome el liderazgo llevando a problemas de dominancia. Detalles como salir nosotros primero por la puerta al ir a pasear, tener una energía de calma sin nerviosismos o poner unas reglas y limitaciones a la hora de comer o viajar, darán a entender a nuestro perro, como en la naturaleza, quien es el líder.
LA HORA DEL PASEO
Ya sea adulto o cachorro, no deberemos soltar a nuestro animal los primeros días o incluso meses. Debe aprender a pasear con correa y sin ella, una vez veamos que ha perdido los miedos a ruidos, personas u otros perros podremos empezar a soltarlo, siempre en zonas controladas e ir practicando y premiándole cada vez que acuda a nuestra llamada.
Como consejo, para perros con miedos lo mejor es llevarlos con correa fija y arnés, evitando así un posible escape en una situación imprevista, un collar se sale fácilmente al contrario que el arnés.
Así es Carmen. Esperamos que la nueva incorporación a la familia ya sea uno más! 😉
Nosotros ya teníamos en casa un Schnauzer y hace 2 meses decidimos adoptar un Teckel de 5 meses. Es una gran experiencia pero también como contáis en el post, una gran responsabilidad.