La Navidad es la época perfecta para que las familias se reúnan a celebrar las fiestas. Nuestra mascota es uno más, y son muchas las actividades que podemos hacer con ellas.
Las dos opciones que nos planteamos cuando llega la Navidad es marcharnos de vacaciones o quedarnos en casa. En ambos casos, sobre todo en el primero, nuestra mascota tiene que formar parte. Comenzaremos por un plan que nos saque de casa.
Aunque todavía son muchos hoteles que no permiten el acceso a las mascotas, es posible encontrar complejos aptos para ellas en cualquier lugar. Nuestra mascota es parte de nuestra familia y las prohibiciones de los hoteles no deben servir de excusa para no llevarla con nosotros. Debemos buscar alternativas y planificarlas con anterioridad.

Nos vamos de viaje

En cuanto a los planes o destinos, depende de los gustos. Desde las siempre cálidas playas de las islas Canarias hasta las nevadas montañas de los Pirineos. En el primer caso podemos viajar a Gran Canaria y dejar que nuestras mascotas se diviertan en la playa del Bocabarranco, en el Valle de Jinámar, o en el arenal de Los Cuervitos de Agüimes. Del mismo modo, en Tenerife también encontraremos playas que admitan mascotas como es el caso de la Playa de El Confital y la Playa del Cabezo.
Y si el mar y la arena hacen felices a nuestras mascotas, qué decir de la nieve. Hay pocas imágenes más adorables que la de nuestro gato o perro intentando averiguar qué es esa sustancia blanca que inundan las calles bajo sus pies.
Cuando viajemos debemos llevar en regla la información sanitaria sobre nuestra mascota. Además, para su comodidad -y por seguridad-, conviene obtener trasportines adecuados, así como evitar los viajes excesivamente largos. No debemos olvidarnos tampoco de aquellos elementos imprescindibles como su correa, comida y juguetes de entretenimiento. Otro aspecto a tener en cuenta será pasar una revisión médica en el veterinario antes de iniciar nuestro viaje.
navidad con tu mascota2Si viajamos en coche, nuestra mascota podría sufrir estrés o incluso mareos. Para evitarlo, se aconseja no darle de comer en, al menos, 4 horas antes de partir. En el coche debemos tomar la precaución de que no pueda pasar a los asientos para molestar al conductor y parar con cierta frecuencia para que pueda estirar las piernas y hacer sus necesidades. Es importante también que les coloquemos un microchip o un collar con identificación para poder localizarlo en caso de pérdida.

Los peligros de la casa

Durante estas fechas nos encanta decorar nuestras casas de luces y adornos navideños. El problema surge cuando no tomamos las precauciones necesarias y no tenemos en cuenta que nuestra mascota también convive con ellas. Las bolas del árbol, cables, bolas… se convierten en una trampa peligrosa. Los cables son causas de asfixias y descargas eléctricas mientras que algunos adornos podrían provocar cortes y heridas profundas. También hay que tener cuidado con los pequeños objetos que se podrían llevar a la boca y atragantarse. La decoración brillante propia de la navidad atrae la atención de las mascotas por lo que debemos enseñarles a “no tocar” y colocarla lejos de su alcance.

Caprichos humanos

A nosotros nos encanta empacharnos de buena comida durante las Fiestas y podemos caer en la tentación de dar a nuestras mascotas caprichos alimenticios sin prestar mucha atención a su salud. Ellos deben llevar una alimentación equilibrada y específica.
En Navidad, nuestras casas se llenan de olores dulces y muy susceptibles de ser captados por nuestras mascotas. Tenemos que estar atentos de que no tienen acceso a nuestra comida. Es importante recordar que la comida que consumiremos nosotros puede ser muy perjudicial para ellos (chocolates, uvas, dulces, alimentos muy salados…)
Otra de nuestras tentaciones en las que caemos en Navidad es disfrazar a nuestra mascota. Aunque a nosotros nos pueda encantar y parecer muy gracioso, debemos saber si ella está cómoda o si hay algún peligro cuando use el disfraz. Hay que pensar que ellos no están acostumbrados a llevar prendas y se sentirán extraños.
Se aconsejan prendas flexibles que permitan la movilidad, holgadas para evitar que puedan apretarle cualquier parte del cuerpo y sin pequeños detalles como botones o pegatinas que sean susceptibles de ser ingeridos.

Cuidado con la pirotecnia

Petardos, bengalas y fuegos artificiales son típicos de la Navidad. A nosotros nos pueden gustar pero para nuestras mascotas supone un infierno. El ruido que escuchan les desorienta, se asustan y huyen. Si esto ocurre tendremos que evitar hacerles excesivo caso para que piensen que no pasa nada.
Una buena manera de evitar los ruidos consiste en cerrar las ventanas y alejar a las mascotas de las habitaciones en donde más se escuche el ruido. Además, podemos poner nosotros algo de música para asegurarnos de que no se escucha lo más mínimo el sonido de los petardos o fuegos artificiales.
Aunque para nosotros sean momentos familiares y de descanso, la Navidad puede suponer un periodo de fuerte estrés para nuestra mascota. Siguiendo estos pasos y no dejándola de lado en ningún momento hará que pueda pasar las fiestas como uno más de la familia.

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