Tanto si ya tienes mascota, como si estas pensando en adoptarla tienes que tener en cuenta que los perros, al igual que las personas también son propensos a sufrir ciertos problemas, por lo cual es importante que lo tengas en cuenta para poder prevenirlos.
Además es recomendable que visites a tu veterinario con cierta regularidad, realices las pautas de desparasitación adecuadas y mantengas al día la cartilla de vacunación de tu mascota.
Tras revisar diversos estudios realizados en Europa y Estados Unidos se ha encontrado que los motivos más frecuentes de consultas en clínicas veterinarias son debido a problemas del aparato digestivo (vómitos, diarreas, gastroenteritis), dermatológicos (alergias, hipersensibilidad de la piel) y musculoesqueléticos (problemas óseos y articulares).
En este artículo de hoy nos centraremos en describir los problemas más comunes del aparato digestivo.
Problemas comunes de vómitos
El vómito es el principal reflejo de un problema gástrico, estos pueden ser agudos o crónicos y deberse a infinidad de patologías, a veces inespecíficas. Además junto con el contenido estomacal, además del alimento puede haber bilis y/o sangre.
La gastritis es una de las causas más habituales de vómitos en los perros, comer el alimento muy rápido sin masticar, los cambios de alimentación bruscos, el comer más cantidad de la recomendada, la ingestión de plantas (acebo, adelfa, hiedra, hortensia, jacinto…), ingestión de tóxicos (como son los productos de limpieza, detergentes y desinfectantes, anticongelantes, medicamentos…), ingestión de cuerpos extraños, harán que se desencadene este problema inflamatorio.
Estos vómitos pueden cursar con o sin diarreas, dolores abdominales, deshidratación…, en estos casos es conveniente el realizar analíticas de sangre y orina para descartar problemas renales, hepáticos. Así como comprobar la presencia de parásitos o sangre oculta en las heces. Y es conveniente el descartar la presencia de cuerpos extraños mediante radiografías o ecografías.
Principales causantes de la diarrea
Los trastornos del intestino delgado suelen cursar con diarrea, la cual puede definirse como un cambio de la frecuencia, de la consistencia o del volumen de los movimientos intestinales y de las heces, a veces también las heces también puede ir acompañadas con sangre.
Entre los principales causantes de alteraciones de intestino delgado tenemos: la ingestión de plantas, productos de limpieza, detergentes y desinfectantes, anticongelantes, medicamentos, cuerpos extraños, la sobrealimentación, los agentes infecciosos, parásitos, virus, fármacos…
Gastroenteritis aguda, uno de los problemas más comunes
Una inflamación aguda del intestino delgado junto con una gastritis es lo que se conoce como gastroenteritis aguda, y es una de las enfermedades más comunes en el perro.
Entre las principales causas están las infecciones, ingestión de plantas, productos de limpieza, medicamentos, cuerpos extraños… así como un inadecuado manejo del perro por parte del dueño, realizando un “cambio brusco” de alimentación.
Los animales con gastroenteritis aguda suelen presentar vómitos y diarreas, en la mayoría de los casos el perro también se encuentra deprimido y sin hambre, además puede existir dolor abdominal, deshidratación, fiebre y sangre en las heces.
La colitis en perros
Son debidas a problemas que afectan al intestino grueso, siendo las causas más comunes los cambios bruscos de alimentación, usar carne u otros alimentos junto al pienso para mascotas, la ingestión de basura, presencia de parásitos…
En la mayoría de los problemas digestivos descritos, además de ser necesario el mantener hidratado al animal, se deberá instaurar una dieta de 24-48 horas (en animales estables y sin síntomas de deshidratación), siendo esto suficiente para controlar el problema, tras esta dieta el animal volverá a ingerir su alimento habitual en pequeñas dosis y en un gran número de tomas durante dos o tres días.
Cuando estas medidas no sean suficientes o haya un agravamiento de los síntomas, es recomendable visitar al veterinario ya que puede ser necesario instaurar un tratamiento farmacológico o dietético adecuado.
Si quieres más información sobre las causas y problemas más comunes de intoxicación en mascotas, en el siguiente post te lo contamos.
Un buen artículo que habla de un problema muy frecuente
Me parece escandaloso que un veterinario tenga más interés en vender piensos que en dar diagnósticos buenos… No creería algo así
Pues créelo, en mi ciudad hay miles de clínicas, casi más que perros… de algo tendrán que vivir todas
Los veterinarios necesitan ganar dinero como todo profesional, y si en su clínica venden piensos de Royal Cannin es lógico que lo quieran vender por encima de otros que encima son de gama baja
Es curioso como cambia la prescripción de un veterinario con este tipo de problemas, si en la clínica venden pienso, lo primero que te dicen es que el problema gástrico de tu perro es el pienso y que pruebes con el que vende ellos… qué casualidad… Pero si en esa clínica no venden piensos el análisis es mayor y le hacen todo tipo de pruebas.
De verdad piensas que un veterinario puede hacer eso?
Los veterinarios se dedican a eso precisamente, su negocio está en la venta de piensos, es lógico pensar que cuando llevas a tu mascota al veterinario y sin apenas tocarle te digan que le cambies el pienso, su interés sea vender pienso.., no?
Hola Thelonius, respeto mucho tu opinión pero tengo que decirte que hay piensos realmente malos y que incluso son dañinos para la salud de nuestras mascotas, el caso de los piensos del mercadona compy es la mayor muestra de ello, así que respeto mucho la opinión de mi veterinario porque el no me va a vender un pienso dañino para mi perro.
Pues si te tragas eso allá tu majo, pero mis perros comen compy del mercadona de toda la vida. Como todo perro han tenido problemas gástricos, imagino que tienen una manía que no creo que sea única y es que se comen cualquier cosa que pillan. No tolero que el veterinario, antes que oscultarlo, me diga de primeras que le cambie el pienso y compre el suyo.
Yo tuve que llevar a mi perra al veterinario porque llevaba dos semanas sin para de vomitar, y me dijeron que le cambiara el pienso, que el que le daba era muy malo por ser de supermercado, así lo hice pero el problema seguía igual y la perra perdió un montón de kilos, vomitaba todo lo que comía y se quedó famélica. Hasta que fui a un especialista que identificó que el problema era la ansiedad con la que comía. Conseguimos relajarla y dosificarle bien la comida y ahora está perfecta.